Luis Daniel Córdova
No hay mal que dure cuatro derrotas consecutivas en Premier League. Eso lo tiene claro Liverpool que volvió a sonreír ante Aston Villa y festejar en medio de una crisis de resultados que lo tenía con la incertidumbre de la visita de este martes 4 de noviembre en Anfield, de Real Madrid por Champions League.
Fue 2-0 de los Reds ante los villanos que fueron el jarabe para la enfermedad que tenía la gente de Anfield, luego de la dolorosa eliminación en Carabao Cup días atrás, se mascaba la tensión… y la grada quedó completamente congelada con el disparo de Morgan Rogers a la madera desde el balcón del área a los cinco minutos de partido. No sería el único, ya que Mamardashvili tuvo que apoyarse en la cruceta para repeler otro ‘latigazo’ de Matty Cash.
Impreciso y falto de confianza. Esas eran las sensaciones que estaba transmitiendo el Liverpool. Szoboszlai, además, no fue capaz de sacar partido en un mano a mano ante el ‘Dibu’ tras un error en salida que no hizo justicia al partido que estaba firmando Onana en la sala de máquinas.
Lo cierto es que el Liverpool comenzó a crecer. Pero el gol anulado a Ekitiké por fuera de juego en el 44′ no hizo más que aumentar el grado de desesperación en el lado ‘red’ del Mersey. Sin embargo, un ‘regalo’ del ‘Dibu’ Martínez en salida de balón en favor de Salah puso al Liverpool por delante en el descuento. No está siendo, ni mucho menos, su mejor temporada. Pero logró igualar a Rooney como el jugador con más goles producidos (276) en la historia de la Premier.
El tanto, desde luego, le cambió la cara a un Liverpool que saltó a la segunda parte para firmar sus mejores minutos de la temporada. El Aston Villa, eso sí, volvió a contribuir a ello con otro error no forzado en salida de balón que desembocó en 2-0 en el 58′ por parte de Gravenberch. El neerlandés, clave en el modelo de Slot, recibió en zona de tres cuartos, se abrió espacio… y batió al ‘Dibu’ con ayuda de Pau Torres.
Las entradas de Barkley, Sancho y Malen revitalizaron a un Aston Villa que, aún así, apenas incomodó a Mamardashvili. En gran parte, porque el Liverpool -aunque Slot sólo realizó un cambio- mostró esas tablas que le han venido faltando a lo largo de este inicio de temporada dejando su portería a cero nueve partidos después… para cerrar el choque sin sobresaltos.