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JOAO PEDRO hace SIETE DÍAS estaba de VACACIONES hasta que llegó al CHELSEA y fue el VERDUGO de su EX EQUIPO en el MUNDIAL

Luis Daniel Córdova

Hace una semana, Joao Pedro estaba de vacaciones en la playa de Río de Janeiro, esperando que el Brighton & Hove Albion defina su suerte. Fue entonces que apareció Chelsea para desembolsar 63.7 millones de euros por el jugador brasileño y anunciarlo como su enésimo fichaje de la temporada y porque no, jugar el Mundial de Clubes.

Joao Pedro llegó, vio y venció. «El entrenador me dijo que jugara libre, que diera lo mejor de mí, y creo que lo conseguí. Estaba de vacaciones, así que entrar y jugar como lo hice es muy satisfactorio», reconocía aludiendo a su debut, sólo tres días después, en la victoria en cuartos ante Palmeiras (1-2)El brasileño jugó los últimos 36 minutos -sustituyó en el 54′ a Liam Delap- y dejó buenas sensaciones.

El destino, siempre caprichoso, quiso que su rival en semifinales fuera Fluminense, el equipo desde el que saltó a Europa, al Watford, en 2020, a cambio de 11,5 kilos. «Será bueno ver a algunos amigos, pero creo que ahora necesito concentrarme en el Chelsea», insistía Joao Pedro.

Por si fuera poco, la baja por sanción de Liam Delap dejaba una vacante en la delantera del Chelsea. Había dos opciones y Maresca antepuso al recién llegado Joao Pedro sobre Nico Jackson

El broche a su historia llegó en el minuto 18. El brasileño, en su estreno como titular, ‘cazó’ un rechace en la frontal del área grande y conectó un disparo con una ‘rosca’ marca de la casa. Imparable para Fábio. 

Su primer gol con los ‘blues’, sin embargo, tuvo un regusto agridulce. Joao Pedro, de inmediato, se dirigió al fondo que ocupaba la ‘torcida’ de Fluminense y pidió perdón de forma ostensible y repetida

La ley del ex. Curiosamente, el suyo era, según ‘Misterchip’, el primero de los 187 goles que se han marcado en el Mundial que lograba un jugador contra un equipo en el que había militado previamente.

Aún había más. En el 56′ destrozó a Fluminense. Recibió con espacios de Enzo Fernández, se zafó de Ignacio y anotó el 2-0 con un zapatazo que pegó en larguero antes de entrar. Volvió a pedir perdón. ‘De poco sirve’, pensarán en el ‘Flu’. Al menos, cuando se retiró sustituido, en el 60′, respirarían aliviados. Ya saben lo que dicen: quien bien te quiere… te hará llorar. 

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