Luis Daniel Córdova
Partidazo en Francia, con fútbol, goles y golpes. Un cabezazo de Gonçalo Ramos, que había sido suplente, en el minuto 83 y otro de Dembélé en el descuento pusieron el broche final a un duelo espectacular entre Mónaco y PSG que se llevaron los parisinos por 2-4 en el tramo final. El encuentro, extenuante por ritmo y por ocasiones, no tuvo tregua y los de Luis Enrique se afianzaron todavía más en el liderato. Donnarumma, por una patada criminal de Singo, tuvo que ser sustituido en el primer tiempo con un moratón enorme a la altura del ojo.
PSG de arranque se deshizo de una presión asfixiante del Mónaco. Los de Hütter, osados a través de marcajes individuales, persiguieron sombras en los compases iniciales. Luis Enrique colocó a Joao Neves de lateral izquierdo para zafarse de todas las marcas rivales y la apuesta le salió ganadora.
PSG dominante y un Mónaco asfixiado, el partido también tuvo polémica. Y, de forma incomprensible, el árbitro, Letexier, le perdonó la expulsión a Singo. Con tarjeta amarilla, el lateral derecho le clavó literalmente los tacos a Donnaruma en la cara en un mano a mano y de milagro no le dejó sin ojo. Ya no es que el Var no avisó al árbitro para revisar la posible roja, es que el propio juez principal no le sacó la segunda amarilla al marfileño.
Entró Sáfonov por Donnarumma, aturdido y con una herida gigantesca por debajo del ojo. El lance durmió al Mónaco, que no pudo contener la calidad de Neves, en una jugada magistral que terminó con Doué embocando a la red un pase de la muerte de Achraf, imponente en el primer tiempo.
En el complemento, no hubo tregua en Mónaco. Ocurrió de todo. El Mónaco se encomendó al talento de Akliouche, un futbolista con aura de equipo grande, con una calidad superlativa y con un talento desmesurado. Provocó el penal de Marquinhos que transformó Ben Seghir y, después, asistió a Embolo con una sutilidad brillante. En un abrir y cerrar de ojos, el Mónaco ganaba 2-1.
El PSG no tardó en reaccionar, Dembélé, tras un remate de Fabián, empató a dos. Luis Enrique se encomendó a Gonçalo Ramos para remontar el encuentro y otra vez salió cara. El portugués, en un córner, embocó a la red un centro de Kang-in Lee y Dembélé, en el descuento, afianzó todavía más al PSG en el liderato, después de un triunfo espectacular.