Luis Daniel Córdova
La paridad ante Betis quedó de lado tras conocerse en el mundo de FC Barcelona que la situación contractual de Dani Olmo corre peligro. Es que el Barza tiene tres semanas para inscribir definitivamente al mediapunta. En caso contratio, el futbolista no podrá volver a jugar con su club en este torneo. De momento, hay preocupación y nervios en el club pero confían que al final se llegue a un arreglo entre ambas partes.
Pocas entidades como el Barcelona para vivir al límite combinando nervios y optimismo. Sin embargo, hay presión contrarreloj que supone la inscripción definitiva de Dani Olmo. El mediapunta está inscrito de manera provisional desde el 27 de agosto cuando ocupó la plaza de Christensen, dado de baja a causa de su lesión. El club no tenía el margen salarial suficiente para inscribirle y la lesión del defensa abrió una solución de emergencia de última hora.
Esta medida permite al español tener licencia hasta el 31 de diciembre, que será cuando el danés se reincorpore a la disciplina azulgrana. De momento, pese a los esfuerzos del club, a falta de tres semanas para cumplir el plazo de ese permiso provisional, las cosas están exactamente igual que en agosto. No hay margen salarial para darle de alta.
En el club se tenía la esperanza de que el nuevo contrato de patrocinio con Nike sería suficiente para dar luz verde a la inscripción, pero LaLiga ya les ha dicho que no llega, pero puede ayudar. Por eso se ha programado con urgencia una asamblea extraordinaria el sábado 21 con el objetivo de que los socios den el visto bueno al acuerdo.
Además, el Barça ha adelantado un mes el cobro de las cuotas de socio, que se facturaba siempre en enero y que este año se cargará en diciembre. También se ha impulsado la venta de localidades VIP en el futuro estadio a 20 años vista. Pero con todas estas acciones, como decía Messi, “tampoco nos alcanza”.
Ante esta situación, queda la llegada de un inversor milagroso. Laporta se ha pasado gran parte del mes en Qatar tratando de vender el producto o recurrir al aval personal de los directivos. Si no sucede una combinación de estas cosas, Olmo no podrá ser inscrito, puesto que por normativa un club no puede inscribir a un jugador dos veces en un curso. Hay confianza pero también mucho peligro.