Luis Daniel Córdova
Chelsea dio un paso firme hacia la próxima edición de la Champions League tras haber derrotado 3-1 a un Liverpool que llegaba como campeón de la Premier League a Stamford Bridge.
Desde los primeros momentos del juego estaba claro que no sería el día para el equipo de Slot. Tras estar a punto de marcar en el primer minuto de partido, los ‘blues’ comenzaron a inclinar la balanza a su favor al 3′ gracias a su capitán Enzo Fernández, que tras un centro de Pedro Neto desde la derecha controló el esférico en el área y terminó definiendo con sutileza ante la salida de Alisson.
A pesar del gol tempranero, los hinchas del Liverpool estuvieron lejos de venirse abajo y en todo momento recordaron que son 20 veces campeones de la Premier, pero su equipo estuvo muy lejos de reaccionar dentro del verde. Si bien el primer tiempo fue bastante movido y con ocasiones de gol en ambas porterías, sería el Chelsea el que tendría las oportunidades más claras para ampliar el marcador.
Los ‘blues’ fueron muy superiores ante un irreconocible Liverpool y a pesar de no poder estirar la ventaja antes del descanso dejaron plasmada una sensación de dominio sobre el campeón de la Premier. En el complemento, Chelsea no tardó mucho en encontrar el segundo. Al 56′, Palmer desbordó por derecha y centró buscando a Jackson, pero el balón milagrosamente fue rechazado sobre la línea y cayó en los pies de Van Dijk, que en su desesperado intento por despejar terminó estrellando el esférico contra Quansah que de forma accidental marcaba en propia puerta. Ese fue el inicio de una tarde de pesadilla para el joven defensor que tan solo un par de minutos después veía la cartulina amarilla.
El equipo de Maresca sabía que su rival estaba aturdido y buscó el golpe definitivo, pero le faltó contundencia para terminar sentenciando a los ‘reds‘, que a pesar de ello pudieron meterse en el partido con una serie de llegadas de Darwin Núñez, que nuevamente no estuvo certero ante la portería.
Cole Palmer estuvo a punto de marcar un gol imposible tras rematar sin ángulo y estrellar el balón al poste. Minutos después, el Liverpool se metería en el partido a cinco del final con un cabezazo certero de Van Dijk, sin embargo, las esperanzas de los ‘reds’ de rescatar el partido se vinieron abajo tras una falta penal cometida por Quansah sobre Moisés Caicedo en el agregado. Cole Palmer se encargó del cobro para decretar el definitivo 3-1 y volver a celebrar un gol después de casi cuatro meses de sequía.