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CHELSEA de MARESCA con equipo alterno selló su CLASIFICACIÓN a la FINAL y buscará la GLORIA de la CONFEDERACIÓN ante BETIS

Luis Daniel Córdova

Chelsea no se presionó mucho para liquidar su serie de Semifinales ante Djurgarden, equipo sueco, que recordará por siempre el 5-1 en el global. Los blues derrotaron 1-0 y los blues estarán en la final de Polonia para tratar de cerrar su particular triplete europeo: ya tienen la Champions, ya tienen la Europa League y ahora quieren la Conference.

Maresca rotó a su equipo ante el importante compromiso de la Premier en busca de asegurar la Champions League de este fin de semana ante el Newcastle. La sensación del once fue Reggie Walsh, de apenas 16 años. El adolescente, aún menor que Lamine, jugó su primer partido como titular.

El Djurgarden dio un primer aviso sin demasiado peligro, pero el Chelsea fue imponiendo su ley en el partido a base de posesión. Una que pasó a gestionar Marc Cucurella. El español aparecía como lateral, pero se situó en el doble pivote frente a Reece James, otro lateral reconvertido.

La primera gran ocasión no llegó hasta que el reloj rozaba la media hora. Un rechace tras un eslalon fallido de George buscando el área, acabó en los pies de Dewsbury-Hall para abrir el marcador a los 38 minutos de juego. El 22 se plantó delante de la meta tras un gran pase de su compañero y no falló.

La segunda mitad arrancó con un intercambio de ocasiones entre un Chelsea que jugaba fácil y un Djurgarden que tiraba de orgullo. Tanto, que Miro Tenho cazó un buen centro dentro del área blue que obligó a Jorgensen a realizar una gran parada como aquellas que dejó en Villarreal. También una segunda a un tiro desde fuera del área de Stensson. El Chelsea siguió con su dominio. A George se le escapó un gol cantado en la línea, pero el linea levantó la bandera, Dewsbury-Hall tuvo una buena oportunidad para el segundo… Más llegadas que precisión para aumentar una renta que, por otro lado, era más que suficiente. Una que no pareció importar a los centenares de aficionados llegados desde Estocolmo, que vivieron, a su manera, una fiesta. Todo ante la atenta mirada de su exentrenador, Rafa Benítez, presente en el Bridge.

El gigante londinense ya está en la final y puede centrarse en estar en la próxima Champions League. El 28, en Polonia, todo será muy distinto. Delante, estará el Betis. Y ante una leyenda sevillista, Enzo Maresca. Un derbi indirecto. El que será el octavo de su carrera tras siete sobre el verde con tres victorias, dos empates y dos derrotas.

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