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BETIS de PELLEGRINI golpeó la mesa de FIORENTINA y piensa en su PRIMERA FINAL de CONFEDERACIÓN LEAGUE ante CHELSEA en BRESLAVIA

Luis Daniel Córdova

Su primera final europea a lo largo de su historia. Betis escribió su libro de sueños gracias al colectivo de Manuel Pellegrini, el balón parado, el hambre de gloria de sus jugadores, sobre todo en Abde. Fue 2-2 ante Fiorentina en los 90 minutos, para definirlo 4-3 en el global. Betis firmó un golpe de grandeza para soñar con todo frente a Chelsea en Breslavia.

Betis ganó la batalla inicial de las puestas en escena. Tenía más protagonismo con el balón, aunque a Palladino no parecía preocuparle demasiado. Insistió a Kean para que corriera al espacio y fue Adli el que le colocó al delantero italiano un balón por delante para que éste esquivara a Bartra y lanzara un disparo por encima de la meta de Vieites. La Fiorentina se inspiró tras esta ocasión y disfrutó de la más clara poco después en un balón parado que hizo dudar a Vieites y que Comuzzo no aprovechó con casi todo a su favor.

Fiorentina ya dejaba más espacios y Antony aprovechó uno de ellos para lanzar su diagonal y estrellar su rosca perfecta contra la mano salvadora de De Gea. Golazo a los 30 minutos. Pero el Betis quería detener los tiempos, pausar su fútbol y calmar la escena. Isco encontraba a Lo Celso. Lo Celso se aliaba con Antony. Y en ese contexto, el argentino avanzó para esquivar rivales y provocar una falta cercana al área italiana. Antony le dijo que era suya. Que era su momento. Su zurda tenía signos de inspiración. Y no se equivocó. El ex del United le lanzó un misil imparable a De Gea para el 0-1 en tierras italianas.

Fiorentina tardó poco en responder. Gudmundsson provocó un saque de esquina que Mandragora colocó sobre la cabeza de Gosens para que el alemán pusiera las tablas en el marcador. Un 1-1 que mordía de bronca a Pellegrini. Lejos de minimizar sus intenciones, el Betis apretó en su presión alta y dañó mucho a su rival con algunas recuperaciones repletas de peligro. Fiorentina solo respiraba con el balón parado. Esta vez fue Adli el que lo ejecutó desde el lado opuesto para que de nuevo Gosens se elevara por encima de Bartra y batiera de cabeza otra vez a Vieites. Todo volvía a empezar. 2-1 para los ‘violetas’ y cuesta arriba para los españoles.

Pellegrini siguió el mismo plan del complemento. El balón seguía siendo del Betis y la Fiorentina se estiraba esperando. Abde entró en escena y Bartra se marchó de la misma con molestias. Mendy, un central de 20 años, debía vigilar los movimientos de Kean. Ya había más miedos. En unos y en otros. Nadie quería arriesgar. Nadie se quería equivocar.

Y nos fuimos a la prórroga donde los miedos se apoderan de los protagonistas. Pellegrini hizo un cambio previsible. Colocó a Aitor Ruibal de nueve y éste hizo la diferencia en su primera aparición. Recibió de espaldas como cuando fue ariete hace años, dibujó un pase perfecto al espacio para Antony y éste penetró en el área y regaló el tanto a Abde. Golazo y paridad en Florencia. Lo demás ya iba hilado al reloj. Abde se topó con el poste e Isco peleó cada salida de la Fiorentina. Pero el conjunto italiano ya no pensaba y Mendy era un gigante en su área. Breslavia es una realidad para el Betis, dejando una frase para el Chelsea: «Respetamos a todos los equipos, pero miedo a ninguno».

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