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ALIANZA LIMA perdió el CLAUSURA de PERÚ por NO saber ganar y SIN SU ESENCIA FUTBOLÍSTICA le otorgó el BICAMPEONATO a UNIVERSITARIO

Luis Daniel Córdova

El hincha de Alianza me pregunta qué pasó? Por qué sufren tanto? Por qué los refuerzos son un desastre?. Es que perder con Cusco FC en Matute, no estaba en los cálculos de nadie, sin embargo, fue el ingrediente final para un año lleno de desaciertos. Un papelón más grande que La Victoria.
Alianza Lima no perdió el título del Clausura en la última fecha, sino en el inicio del año. El Fondo Blanquiazul se equivocó en darle la responsabilidad de armar el equipo al preparador físico Néstor Bonillo y Bruno Marioni. Traer a panameños como Cecilio Waterman y Jovany Ramos sin brillo internacional. Lo de Adrián Arregui fue una tortuga en la medular con 20 partidos, dos goles y 1380 minutos y Sebastián Rodríguez tuvo unas de cal y otra de arena. Ni que decir de Juan Pablo Freytes, jugó 34 partidos, cuatro goles y cuatro asistencias. Fue el más regular de todos en el torneo pero en el duelo decisivo con Cusco FC, falló en los dos goles cusqueños. En el primer tanto de Lucas Colitto, no cerró antes del sombrero, y en el festejo de Luis Ramos, perdió en la marca antes que el delantero cusqueño saque el remate. Lo de Catriel Cabellos fue lo mejorcito hasta antes de las fechas decisivas del torneo Clausura. 31 partidos, 6 goles y 4 asistencias.
La llegada de Matías Succar no fue solución en ofensiva y tampoco Paolo Guerrero, quién se prestaba como el hombre gol en el tramo final del año ante la ausencia por lesión del goleador Hernán Barcos y la recuperación de Pablo Sabbag. El colombiano se quedó en esperanza e ilusión porque en el partido donde más se necesitaba de sus goles, no apareció.
Alianza se equivocó en refuerzos y resultados. No ganarle a la U ningún clásico, no ganarle a Cristal, ni tampoco a Melgar. A propósito, igualar en Matute con el rojinegro y ADT fueron resultados fatales para los dirigidos por Mariano Soso, que no se salva del papelón.
Sin embargo, hay que resaltar que no armó el equipo, que llegó con una idea futbolística, que nunca pudo plasmar porque su libreto no fue entendido por el jugador, ni mucho menos, por el hincha blanquiazul. En líneas generales y futbolísticamente, Alianza no fue compacto, ni sólido. No tuvo su esencia histórica de juego cuando más se le necesitaba. Justo el tramo final, para dar el golpe o golpear la mesa, en una definición al título que pudo darle la Gloria o el Infierno.

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